lunes, 30 de noviembre de 2009

El arte de la sospecha: el caso de las filtraciones


-              La filtración es un dato, por lo general con algún tipo de reserva, que una fuente interesada pasa a un periodista. Bien sea en documentos, grabaciones o fotos.  Pueden ser material valioso, pero debe ser un insumo o punto de partida.


-              La filtración es uno de los vicios más graves del periodista investigador. “suele quedar de rehén de la fuente que le está alimentando de material interesado”, dice Daniel Samper Pizano.


-              “En la última década muchas fuentes están interesadas en contar, denunciar y confesar, que abruman al periodista y le hacen perder la meta de lo que debe ser su trabajo”.  Samper P.


-              “No basta con conseguir que un personaje, generalmente delincuente, diga una serie de cosas sobre unos personajes. Ese es el comienzo, no el final del trabajo”.  Samper Pizano.


-              “Los periodistas dependen hoy más que antes de investigaciones fiscales, investigaciones oficiales, de filtraciones, de grabaciones y pruebas”. Gerardo Reyes aseguró:


-              La filtración ha desdibujado el papel del periodista que empieza su trabajo desde cero, entra a un tema y con su propio aporte, hace una investigación profunda. Gerardo Reyes.


-              Frente a las filtraciones, para convertirlas en buenas historias, es necesario preguntarse: ¿cómo interpretar el material para que sirvan de insumo para una hipótesis y que no se conviertan en materiales listos a publicar? 

El verdadero valor de una filtración
-              Las fuentes siempre tienen intereses y nunca cuentan la historia completa.  La recomendación siempre está en SOSPECHAR. A veces es mejor guardar la información, que podría ser una chiva, para corroborarla.

-              “Lo grave no es la filtración, lo grave es publicar el material sin investigar alrededor de él. Quienes filtran siempre son personas interesadas”. Jorge Cardona. 

-              Muchas veces esto convierte a los periodistas en “filtrados”, porque desconocen las normas legales que los amparan y los instrumentos que existen para conseguir la información. La recomendación es tener paciencia y leer los expedientes completos, porque la filtración no deja de ser una pieza específica con una intención determinada.

-              Si el periodista tiene más contexto en la cabeza sobre lo que sucede, es más probable que la información a publicar sea sólida”, explicó Cardona. 

-              “Mientras más contexto tiene el periodista, menor es la probabilidad de ser engañados por la fuente”. Mauri König, directivo de la Asociación Brasilera de Periodismo Investigativo

De eso tan bueno no dan tanto
-              Siempre hay que sospechar de las filtraciones, aseveró Alberto Donadío. El periodista siempre debe mantener abierta la posibilidad de que lo que ve, aun cuando esté en documentos y parezca demostrado, podría tener una justificación que hay que descartar para poder acusar. 

- Es necesario mantener la distancia con las fuentes de información, incluso, “hasta con la gente mejor intencionada. Sin embargo, a las fuentes hay que valorarlas”. Ricardo Uceda.

Un problema continental
-              La filtración es permanente y los periodistas desprevenidos necesitamos datos para publicar.  Sin embargo, la pregunta es: ¿Quién tiene la sartén por el mango?”. 

-              Muchos periodistas se quedan con la información de la filtración, haciendo del periodismo de investigación una excepción. 

-              Cuando no hay profundización, muchas veces el lector percibe que la información son “migajas dadas por la fuente”

-              La filtración es la primera etapa de un tema, seguida por grandes cantidades de trabajo. 

-              Muchas veces quién pone la agenda temática es quien filtra la información, lo cual es un riesgo para el ejercicio periodístico. 

- Si solo se responde a filtraciones, “se dejan pasar noticias grandes y, de fondo, se termina cayendo en manos de quien brinda la información”. Maria Jimena Duzán.

-              José María Caminos Marcel. Frente al debate ético dice: “Las filtraciones siempre están ahí. Llegan por todas partes y el periodista puede analizarlas, comprobarlas y estudiarlas para ver si finalmente conducen a algo o, simplemente, no interesarse por ellas, porque es consciente de que detrás existe una intencionalidad demasiado turbia”. Disponible en: http://www.ehu.es/zer/zer2/9artcami.html

Cómo cultivar fuentes
-              Los periodistas deben aprender a manejar las filtraciones, no hay que temerles. 

-              Se debe tener una relación sana con las fuentes, de tal forma que la información obtenida a través de ellas sea lo “menos turbia posible”. 

-              Daniel Santoro.  “El valor de un periodista en el mercado, además de sus habilidades, tiene que ver con las fuentes que cultiva, lo cual está directamente relacionado con la confianza.  Para tener fuentes de confianza, se deben cumplir con los acuerdos de confidencialidad y cultivar la relación, es decir, así una fuente no tenga información en el momento, hay que reconocerla y valorarla, como si este fuera un “pago legítimo”, que pueda también ser una relación de interés reciproco”. 

-              Gustavo Gorriti. Cuando se trabaja en periodismo de investigación las fuentes suelen ser humanas, por lo que hay que cultivarlas y conocerlas. “No son fuentes desinteresadas ni tontas. Tienen un gran conocimiento de la investigación, por lo que no tienen duda sobre qué hacer”. 

-              Arturo Torres. “La fuente vale lo que prueba, la evidencia que puede entregar”. 

-              No hay que “satanizar la filtración”, sí hay que estar muy atentos con el proceso que emprende el periodista una vez recibe la información. 

-              “Si no me dan el expediente, tengo que buscarlo. No se debe morder entero. A esa etapa de filtración no hay que tenerle miedo, sino a no continuar el proceso” 

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